El despojo de activos en pesos uruguayos comenzó en agosto, pero se aceleró en los últimos 15 días.
En finanzas es conocida la expresión de que el mercado reacciona peor a la incertidumbre que a las crisis mismas y lo que viene ocurriendo con los activos en Uruguay a medida que se acerca la fecha de votación del plebiscito de reforma de la seguridad social promovido por el PIT-CNT confirma la regla.
La inquietud entre los inversores ha ido creciendo en los últimos días paralelamente a la intensificación de la campaña de información, de privados y el gobierno, sobre las lúgubres consecuencias que la iniciativa de la central sindical tendrá sobre las cuentas del Estado y la estabilidad económica y jurídica que caracteriza al país en un vecindario regional caótico.
El primer signo de la reacción a la incertidumbre se vio en el dólar que, a contramano de lo que ocurre en el escenario internacional por los recortes de tasas, se fue apreciando. El martes rompió máximos de dos años y medio y cotizó a $ 42,25. Sólo la semana pasada acumuló un incremento del 2,23% de su valor.
Los movimientos también ocurren a nivel de títulos, con las Letras de Regulación Monetaria (LRM) del Banco Central y los bonos soberanos absorbiendo la sensibilidad del mercado por la posibilidad de un brusco cambio de reglas.
“La difusión de algunas encuestas que daban la victoria del plebiscito en torno a 40-45 hasta 48% provocó que fund managers que manejan bonos de Uruguay en moneda local hayan decidido mover el posicionamiento en estos bonos, saliendo de estas posiciones. La dinámica, al principio se vio con pocas operaciones, pero con el paso de los días, comenzaron a haber más ventas del exterior de bonos nominales en pesos a tasa fija y bonos en Unidades Indexadas (UI)”, describió Sebastián Arena, jefe de mesa de Nobilis.
Denisse Toledo Gallo, head of Sales and Trading de Puente, no obstante, sumó otro factor al comportamiento en torno a los títulos y bonos globales además de las preocupaciones que genera el plebiscito del PIT-CNT. “Entendemos que está vinculado en parte con que el mercado percibía que al peso uruguayo aún le quedaba margen para depreciarse al ser comparado con las monedas latinoamericanas y, en parte, a la incertidumbre que puede generar la elección de octubre junto con el plebiscito”, explicó.
Actualmente, la curva nominal de los bonos globales en pesos se encuentra en niveles de 10,20% en el largo plazo, cuando a fines de agosto ese mismo nodo se encontraba aproximadamente 45 puntos básicos por debajo.
El impacto en el tipo de cambio y qué esperar del dólar el día después
Las operaciones con bonos globales repercutieron directamente en el tipo de cambio local, llevando al dólar a cotizar a niveles no vistos desde marzo de 2022.
“Las AFAP, que son naturalmente quienes compran estos bonos, necesitan liquidarlos en dólares. Si bien tienen un cash en dólares, otra parte venden algún treasury americano, algunos bonos en dólares, pero todo el remanente, que es la mayor parte, la tienen que comprar en el mercado spot. Entonces le ponen al mercado una presión grande. Vimos a un mercado que opera en torno a u$s 25 millones por día, operar de repente sumatorias de 100 millones”, comentó Arena.
“Cuando veíamos el escenario para adelante decíamos: ‘estando en pesos uruguayos no tenemos mucho para ganar, pero sí tenemos mucho para perder’. Hemos recomendado pasarse a dólares porque vimos que las sorpresas iban a estar por el lado negativo, por una suba del tipo de cambio, por una caída del precio de los activos en moneda local. Periodos de elecciones, de cambios, siempre es mejor pasarlos en dólares a pasarlos en pesos uruguayos”, agregó.
La depreciación de la moneda nacional no será la única consecuencia si el domingo 27 de octubre el 50% más uno de los electores acompaña la reforma de la seguridad social del PIT-CNT que bajará la edad jubilatoria de 65 a 60 años, equipará jubilaciones y pensiones al salario mínimo, y eliminará el ahorro individual a través de las AFAP.
Distintas previsiones concuerdan en que los cambios al sistema, que serían inmediatos, implicarían un aumento del gasto anual del Estado de 1.000 millones de dólares, un incremento del déficit de hasta el 4% del PBI y la suba hasta el cuádruple de algunos impuestos para financiarlo.
Además, en lo inmediato el spread soberano se elevaría de los actuales 86-90 puntos hasta al menos los 200. Uruguay perdería el grado inversor y habría una caída de los bonos uruguayos en torno al 10%.
“Actualmente la preocupación del mercado está más enfocada en la aprobación del plebiscito del PIT-CNT que en quién será el futuro presidente. De no aprobarse el mismo, el dólar en Uruguay se podría acoplar a lo que sucede internacionalmente, es decir al debilitamiento de la divisa. Mientras que los bonos en pesos largos, que han sido castigados llegando a rendir hasta 10,40%, podrían volver a los niveles de mayo de en torno 9,17%”, señaló Toledo Gallo.
Por su parte, Arena consideró que “si el plebiscito se aprueba, claramente ya todos sabemos lo que nos espera en términos de precio de bonos, de spread, de riesgo soberano, de tipo de cambio y demás”. “En caso de que no se apruebe, claramente de corto plazo va a haber una caída del tipo de cambio que va a ser relativamente pronunciada y cuya velocidad y agresividad va a depender de vuelta de los flujos de capitales del resto del mundo”, señaló.
“Esta situación que ahora está ocurriendo, con los fund managers saliendo de posiciones en moneda local, si eso se revierte y al otro día quieren entrar de forma agresiva, la dinámica va a ser para el otro lado. En Uruguay, los movimientos del tipo de cambio dependen del volumen de estos flujos de capitales”, subrayó.