Algunos cultivos tuvieron un fuerte rebote, mientras otros se vieron afectados por las intensas lluvias e inundaciones.
El agro pudo tomarse revancha tras un año marcado por la sequía, aunque también hubo ganadores y perdedores en el ejercicio 2023/2024, que se vio afectado por otro fenómeno climático como las intensas lluvias, que ocasionaron inundaciones.
Mientras el gobierno se prepara ante la posibilidad de una nueva sequía, hubo sectores beneficiados por la coyuntura como el trigo, la cebada, el arroz y la celulosa, mientras que la colza y los lácteos no lograron repuntar, de acuerdo a un relevamiento realizado por Exante.
Trigo, cebada y colza
Con respecto a los cultivos de invierno, el área sembrada en 2023 se contrajo significativamente, observó el estudio, que contrastó la elevada productividad en trigo y cebada con la reducción de la cosecha de colza.
Si bien los precios exhibieron importantes caídas frente al promedio de 2022, se compensó con el abaratamiento de insumos clave y la consecuente baja de costos. De este modo, hubo mejores márgenes por hectárea en los cereales, al contrario que la colza.
Las expectativas de la soja y los problemas
Si bien la campaña de verano tuvo un inicio esperanzador y la cosecha de soja rondó los 3 millones de toneladas, las lluvias de hace algunos meses provocaron pérdidas que contrastaron con la notable recuperación en comparación con el período de sequía.
Un aspecto positivo fue la mejora de los precios en abril y mayo por las inundaciones en Brasil y los problemas climáticos en Estados Unidos, con valores que llegaron hasta 430 dólares la tonelada.
A esto se suma que los costos medidos en dólares tuvieron una baja muy moderada y se incurrió en elevados costos de secado por los altos niveles de humedad, detalló Exante.
El arroz fue beneficiado por los precios
La zafra de arroz comenzó con una menor área sembrada por la sequía y luego el exceso de lluvias retrasó la cosecha, provocando pérdidas que en el sector estiman en unos 400 kilos por hectárea.
A pesar de esto, la caída de las existencias mundiales del producto y las trabas a la exportación del cereal desde India, mantuvieron los precios en valores históricos y más del 70% de la cosecha ya se comercializó a valores muy elevados, con buenos márgenes.
La reactivación de la carne
Por su parte, la extracción bovina tuvo una reactivación, a causa de una mayor faena y de un alto dinamismo de la exportación de ganado en pie, explicó la consultora.
A la vez, los precios del ganado gordo ganaron firmeza con la mayor demanda, aunque acumularon un fuerte descenso en el promedio del ciclo. A nivel de la reposición, los valores encontraron sostén en la exportación en pie, a pesar de cierta baja en los últimos meses.
Caída para la lechería
En tanto, la lechería mostró un impacto negativo en su producción por las lluvias de marzo-mayo, mientras la remisión de leche a plantas industriales cayó fuerte en los últimos meses, contrarrestando el crecimiento previo.
Los precios internacionales de los lácteos subieron en el comienzo del año y se mantuvieron firmes, permitiendo cierto repunte de los precios de exportación en Uruguay y del precio al productor, que cayó frente a los niveles del año anterior.
El salto de la celulosa
En tanto, el volumen exportado de celulosa pegó un salto en la primera mitad de 2024, gracias al impulso que supuso la entrada en vigencia de UPM 2.
De esta manera, si bien el precio bajó, el monto exportado aumentó casi un 30% interanual y la celulosa se posicionó así como el principal producto de exportación.