La Reserva Federal de Estados Unidos choca contra datos económicos que ponen en duda la desaceleración de la inflación.
Los últimos datos sobre la actividad económica en Estados Unidos han alejado, aún más, a la Reserva Federal de iniciar el recorte de tasas de interés y comenzar a revertir el mayor ciclo contractivo en su historia.
Desde el mes pasado, la posibilidad de iniciar la bajada en la tasa de referencia –un escenario que en diciembre la Fed creía probable antes de mitad de este año- viene postergándose tanto para el mercado como para los distintos funcionarios que forman parte del banco central estadounidense.
Este lunes se conoció que las ventas minoristas en Estados Unidos aumentaron más de lo esperado en marzo, gracias a un alza de los ingresos en los comercios en línea, una prueba más de que la economía terminó el primer trimestre en terreno sólido.
Las ventas minoristas subieron un 0,7% el mes pasado, según informó el lunes la Oficina del Censo del Departamento de Comercio. Se trata de tres puntos encima de lo que habían pronosticado los inversores.
El informe siguió a las noticias sobre el fuerte aumento del empleo en marzo, y reforzó las expectativas de que la Reserva Federal podría retrasar el recorte de las tasas de interés este año.
Pese a la aceleración de la inflación y de los costos de los préstamos, el gasto sigue manteniéndose. Los últimos datos sobre tarjetas de crédito de Bank of America muestran que el gasto de las rentas más bajas sigue superando al de las rentas más altas. «Una razón importante es que, aunque los consumidores de rentas más bajas se han visto desproporcionadamente afectados por la inflación, también han sido los mayores beneficiarios del robusto mercado laboral», escribieron los economistas de Bank of America Securities.
Aunque el presidente de Fed en Nueva York, John Williams, dijo este lunes a Bloomberg TV, que su opinión es que es probable que los recortes de las tasas de interés comiencen este año pese a que los datos del Índice de Precios al Consumo de la semana pasada fueron más fuertes de lo esperado, las previsiones del mercado muestran mayor cautela.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años subía a su nivel más alto desde noviembre por el temor a que la inflación se reacelere. Ello llevó a los inversores a reevaluar sus expectativas de recortes de tasas de interés este año y ahora esperan rebajas de 41 puntos básicos para fines de diciembre, frente a los más de 160 puntos básicos previstos en enero.
El precio de los activos uruguayos en dólares está directamente afectado este año por el comportamiento de la Fed y su política monetaria. La curva de rendimiento de los bonos globales en dólares viene acompañando el movimiento de los referenciales estadounidenses.
De mantenerse este escenario de no recorte por parte de la Reserva Federal, los instrumentos en pesos se ven afectados negativamente, puesto que el consecuente fortalecimiento del dólar global arrastra al alza a las tasas libre de riesgo, es decir, aquellas no vinculadas a economías emergentes como la de Uruguay.