La divisa se recupera en la jornada tras datos de nóminas en EEUU, pero podría registrar su primera semana en rojo en un mes.
El dólar a nivel global se apreciaba el viernes, tras conocerse que los empresarios estadounidenses contrataron a muchos más trabajadores de lo esperado en marzo, lo que podría retrasar los recortes de tasas de interés previstos por la Reserva Federal para este año.
El Departamento de Trabajo informó que las nóminas no agrícolas aumentaron en 303.000 puestos el mes pasado. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto 200.000 empleos, con estimaciones que oscilaban entre 150.000 y 250.000. Los futuros de las tasas estadounidenses reducían al 54,5% las probabilidades de un recorte en junio tras la publicación del informe, según la herramienta FedWatch de CME Group.
El índice dólar ganaba un 0,432%, a 104,67 unidades. La divisa estadounidense ha vivido una semana turbulenta, cayendo desde máximos de cinco meses a mínimos de dos semanas, después de que una inesperada ralentización del crecimiento de los servicios en Estados Unidos respaldara las expectativas de que la Fed bajará las tasas.
«Sin duda, reduce las expectativas de recorte de tasas. Se puede ver que el mercado ya está fijando los precios para después de setiembre. Esto debería seguir respaldando la fortaleza del dólar en general», afirmó Brad Bechtel, director mundial de divisas de Jeffries.
Los inversores se han retraído en sus expectativas de cuánto podría recortar las tasas la Fed este año, y ahora se prevén dos recortes en 2024. No obstante, la continua fortaleza de la economía, junto con el alza de los precios de materias primas como el petróleo, el cobre, el café y el cacao, está complicando el panorama de la inflación.
El yen cedía un 0,26%, a 151,735 unidades, acercándose al nivel clave de 152. Las autoridades japonesas han seguido presionando contra la subida de las tasas. Por otra parte, el euro bajaba un 0,39%, a 1,0794 dólares, y la libra esterlina restaba un 0,53%, a 1,258 dólares.
Los inversores se muestran cautelosos ante la evolución de la situación en Medio Oriente, después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, amenazara el jueves con condicionar su apoyo a la ofensiva israelí en Gaza a la adopción de medidas concretas para proteger a los trabajadores humanitarios y a la población civil.