El ascenso de la desigualdad no encuentra freno

Yamandú Orsi destaca el creciente problema de desigualdad en Uruguay, donde la falta de oportunidades y recursos afecta a una gran parte de la población, contrastando con una minoría que disfruta de ostentosa riqueza.

Uruguay se convirtió en un país donde la brecha entre los que tienen y los que no se hace cada vez más evidente y donde la falta de oportunidades y recursos afecta a una gran parte de la población. Yamandú Orsi, precandidato a Presidente por el Frente Amplio (FA), explica que la desigualdad se manifiesta de múltiples maneras en la vida cotidiana de los uruguayos. 

La frase comúnmente escuchada en todo el país, «no nos alcanza», encapsula la lucha diaria de muchos ciudadanos para llegar a fin de mes. El trabajo precario y la necesidad de tener múltiples empleos o hacer changas son una realidad agotadora para muchos, mientras que unos pocos disfrutan de una ostentosa riqueza y lujos que contrastan dramáticamente con la realidad de la mayoría.

El impacto de esta desigualdad se refleja en cifras alarmantes. En el primer semestre de 2023, se estima que el 10.4% de los hogares se encontraban bajo la línea de pobreza, lo que equivale a alrededor de 357,000 personas que luchan por cubrir sus necesidades básicas.

A pesar de los esfuerzos previos por destacar el bajo coeficiente de gini como un signo de igualdad, los datos recientes muestran que la desigualdad persiste. El coeficiente se mantiene en niveles preocupantes, apenas unas centésimas por encima de años anteriores, lo que indica una falta de progreso significativo en la reducción de la brecha de desigualdad.

Además, las disparidades de género en el ámbito laboral añaden otra capa de desigualdad. La brecha de participación laboral y la tasa de empleo entre hombres y mujeres son significativas, con más de 16 puntos de diferencia. El desempleo también afecta de manera desproporcionada a las mujeres en comparación con los hombres.

En resumen, las palabras de Orsi subrayan una realidad dolorosa que muchos uruguayos enfrentan a diario: una desigualdad que se manifiesta en la dificultad para llegar a fin de mes, en las disparidades de ingresos y oportunidades, y en las brechas de género persistentes en el mercado laboral. En un momento crucial para el país, es imperativo abordar estas inequidades y trabajar hacia un Uruguay más justo y equitativo para todos sus ciudadanos.